Beneficios
El Ciclo Higroscópico con las mínimas concentraciones de compuesto higroscópico que requiere la tecnología comercial actual, consigue respecto al ciclo de Rankine:
- Mayor producción de electricidad (aumento de rendimiento eléctrico neto entre 0,3 y 1%). Por ello, disminución de emisiones de CO2 y otros gases (NOx, SOx…) por kWh producido y reducción del consumo de combustible.
- Mejores condiciones de refrigeración. Ahorro del 100% del consumo agua de refrigeración.
- Ahorros en los consumos de agua demi y aditivos de aporte al ciclo entorno al 50%.
- Disminución de los costes de O&M en un 25%.
- Disminución de los costes de inversión del ciclo de vapor en un 5%.
- Compatible con todas las mejoras del ciclo Rankine tradicional.
- Aumenta la vida de la planta, la fiabilidad y disponibilidad.
- Reducción del impacto ambiental.«Una tecnología que ayudará a conseguir los retos marcados en la cumbre de París de 2015 contra el cambio climático (COP21)”.
- Aumento de la competitividad.
“Una evolución del ciclo Rankine que reduce los costes de producción y disminuye el impacto ambiental”
Aplicaciones
El Ciclo Higroscópico tiene múltiples aplicaciones entre las que pueden citarse:
- Generación eléctrica:
- Centrales termoeléctricas.
- Plantas de biomasa.
- Termosolares.
- Ciclos combinados.
- Centrales nucleares.
- Cogeneraciones.
- Energía geotérmica.
- Condensación de vapores de proceso.
Aplicable tanto a plantas nuevas como ya existentes.
En todas ellas, la incorporación o adaptación de un ciclo Higroscópico supondría una importante mejora de la competitividad al reducir los costes de producción.
Plantas comerciales
Los ciclos de vapor utilizan como fluido de trabajo agua desmineralizada aditivada con compuestos químicos que controlan el pH de la fase líquida y gaseosa, oxígeno disuelto e incrustaciones. Para el control del pH en la fase líquida se suele utilizar fosfatos, y para la fase vapor amoniaco (NH3) y sus derivados, aminas, de especial interés en el Ciclo Higroscópico. Para controlar el oxígeno disuelto se suele utilizar hidracina (N2H4) (cada vez más en desuso). Como se puede comprobar, todos los compuestos químicos utilizados en el tratamiento de agua del ciclo vapor son higroscópicos, completamente compatibles y necesarios en la presente tecnología.
Otro parámetro importante es el contenido en sales en el vapor, el cual no se controla con un tratamiento químico propiamente dicho, sino con un estricto control del agua de aporte al ciclo y un adecuado régimen de purgas. El contenido en sales se controla de forma indirecta a través de la medida de la conductividad.
El Ciclo Higroscópico aprovecha las características higroscópicas de los aditivos del ciclo de vapor, así como las sales que acompañan al agua de aporte al ciclo, y para ello recupera térmica y químicamente la purga de calderas. Por ello:
- El Ciclo Higroscópico puede aplicarse comercialmente en la actualidad a centrales de energía que utilicen un ciclo Rankine para cualquier potencia.
- La mayoría de los equipos y materiales son los mismos que en un ciclo Rankine convencional (turbina, caldera, desgasificador, bombas, etc.).
- La novedad es la incorporación de un absorbedor de vapor, recuperador entálpico, aerorefrigerante y recirculaciones internas para aprovechar térmica y químicamente esta purga de caldera rica en compuestos higroscópicos.
- Los aditivos químicos y el contenido en sales de la tecnología son los mismos (igual concentración) que los existentes en un ciclo Rankine tradicional. En este caso, en vez de tirar la purga de calderas, se recupera térmica y químicamente para garantizar los principios físicos y químicos del Ciclo Higroscópico.
- Todos los equipos y materiales del Ciclo Higroscópico son comerciales y garantizados 100% por los diferentes fabricantes.
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